La excavación más antigua documentada, hasta el momento

FASE I

Se construye la muralla

Tras las 5 campañas de excavación realizadas entre 1985 y 1989. También es la peor conocida ya que la excavación arqueológica no alcanzó en todos los sectores estos niveles. Se construye la muralla que cierra el primer recinto, definiendo un espacio aproximado de unos 25 m de diámetro interno. Esta muralla, que se conserva durante todo el desarrollo del poblado, tenía probablemente, además de su función delimitadora del espacio ocupado y de su función defensiva del mismo, la función de aislamiento de las posibles crecidas de agua de la laguna.

Fue construido por tramos o módulos, con piedra trabada con el barro del sedimento de la laguna de coloración gris y muy plástico.

Su paramento, que presenta acusados taludes, fue construido por tramos o módulos, con piedra trabada con el barro del sedimento de la laguna de coloración gris y muy plástico. A lo largo de toda la ocupación del poblado la muralla sufrió derrumbes parciales y tuvo que ser recrecida y reforzada con el adosamiento externo de varios paramentos que actuaron de contrafuertes.

El espacio delimitado por esta primera muralla fue ocupado desde los primeros momentos, pero a lo largo de esta fase se fueron instalando, en los espacios exteriores a la muralla, cabañas circulares con zócalos de piedra y alzados vegetales recubiertos de barro.

De esta fase tenemos una fecha de C14: BETA-90883 (3760+70 BP) realizada sobre el carbón disperso del nivel más profundo que alcanzó la excavación en el sector central, corte 2, entre -5,12m. y -5,43m., lo que sitúa estos momentos iniciales del poblado de El Acequión, según el valor calibrado de la muestra, hacia el 2200 BC.

DESARROLLO DEL POBLADO

Los estudios paleoecológicos

nos ayudan a entender el medioambiente en el que se desarrolló la vida de este poblado, aislado en la extensa llanura, rodeado de agua y expuesto a las oscilaciones del nivel de la laguna, y la explotación de sus recursos.

Los análisis polínicos, llevados a cabo por Blanca Mariscal (Museo de Ciencias Naturales del CSIC) en 1989, muestran el proceso de deforestación del bosque autóctono de pinos, encinas y alcornoques, así como la puesta en cultivo de espacios próximos registrada a través de la presencia progresiva de gramíneas.

El estudio carpológico fue llevado a cabo por el equipo de los Doctores D. Rivera y C. Obón de la Universidad de Murcia y muestran que desde el comienzo de la ocupación el medio ha sido bastante modificado por los cultivos, aunque el bosque sigue teniendo todavía una fuerte presencia.

La identificación de los restos de fauna se realizó en el Laboratorio de Arqueozología de la UAM, con financiación del Ministerio de Cultura, y bajo la dirección de Arturo Morales. En esta primera fase los taxones más frecuentes son el conejo y los ovicaprinos, si bien hay que tener en cuenta que algunos de los restos recuperados de conejo pueden venir de intrusiones. Hay que señalar que en esta Fase antigua de ocupación del poblado los restos de vaca y caballo son importantes, no solo por el porcentaje de NR sino por lo que supone del porcentaje en el peso relativo de las especies encontradas.

También aparecen ya desde el momento más antiguo de El Acequión, los botones prismáticos con perforación en V, realizados en marfil y con una fuerte pátina de uso. El marfil es una materia prima que ha sido objeto de comercio a larga distancia.

DESARROLLO DEL POBLADO

Materiales recuperados

Los materiales recuperados en esta primera Fase no son muy abundantes debido al reducido sedimento excavado. La cerámica está hecha a mano y producida en ámbito doméstico, de factura mayoritariamente lisa, a veces decorada con elementos plásticos en la zona de su borde, cordones aplicados en relieve y serie de pequeños mamelones. La industria ósea no es muy elaborada. Los tipos más significativos son los punzones, en general de buen tamaño. También se ha documentado una punta de flecha de aletas (Nº Inv. AC-7-87-53. Nº Reg. Museo de Albacete 19750)  y algunos objetos de adorno como un colmillo de jabalí perforado. (Nº Inv. AC-4-89-66. Nº Reg. Museo de Albacete 19722)

La industria lítica es escasa y está representada por algún molino de cuarcita de grano fino, alguna moledera, hacha de piedra pulimentada y, aunque en todos los niveles de esta Fase se documentaron pequeñas lascas y restos de talla repartidos aleatoriamente, solo aparecieron algunos dientes de hoz y  una punta de flecha en sílex.