MOTILLA EL ACEQUIÓN
Una motilla que nació de la sequía
La motilla de El Acequión es un yacimiento arqueológico situado en la finca del mismo nombre, a 14 km de Albacete. En él encontraremos evidencias de la Edad del Bronce y la Edad del Hierro. Entre ambas épocas no hubo continuidad en el hábitat, sino un hiato de casi un milenio tras el abandono de este lugar en el Bronce Medio.
El asentamiento de la Edad del Bronce se sitúa en medio de la laguna homónima y cuenta con dos potentes muros concéntricos.
La primera ocupación de este lugar se situó en el fondo de la laguna seca, en un momento caracterizado por una aridez de escala mundial que se prolongó siglos: el Evento Climático 4.2 ka BP. Con el paso del tiempo se creó en este sitio un verdadero tell: un montículo artificial generado por la acumulación de restos constructivos de diferentes fases, superpuestos unos sobre otros a lo largo de años.
La ocupación de la Edad del Hierro se ubicó encima de esta elevación, que sobresalía de la lámina de agua desde la finalización de la megasequía. Además, la cultura ibérica colonizó la ribera de la laguna, que fue utilizada como área funeraria.
EL ACEQUIÓN
Una reliquia con más de 4.000 años de historia
El término ‘Edad del Bronce’ -al igual que los de ‘Edad del Hierro’ y ‘Edad de la Piedra’– fue acuñado en la primera mitad del siglo XIX. El ‘Sistema de las Tres Edades’ se basaba en consideraciones tecnológicas y constituyó el primer intento sistemático de ordenar los materiales arqueológicos que se adscribían a periodos prehistóricos.
El marco cronológico en que se desenvuelve la Edad del Bronce en Europa Occidental tiene su inicio hacia el 2200/2300 a.C., en tanto que su final tiene lugar en torno al 800/700 a.C.
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1
BRONCE ANTIGUO
Entre el 2300 y el 1800/1700 a.C.
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2
BRONCE MEDIO
Hasta el 1300/1200 a.C.
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3
BRONCE FINAL
Hasta el 800/700 a.C.
El Acequión estuvo en uso durante el Bronce Antiguo y el Bronce Medio
DOS FACTORES DETERMINANTES
Domesticación de animales y aumento demográfico
En lo económico, la actividad agropastoril se asienta plenamente, al tiempo que la caza pierde importancia en casi todas partes. La cabaña ganadera incorpora el caballo, cuya domesticación se produce en la estepa póntica y que pasa a ser un elemento o clave en muchas comunidades, empleado como alimento, por su fuerza de tiro o, eventualmente, como montura.
La lana como materia prima en la fabricación de textiles adquiere particular importancia en las regiones mediterráneas, complementando o desplazando a otras fibras de origen vegetal como el lino.
El aumento de la demanda de alimentos, suscitado por el incremento demográfico que tiene lugar provoca una expansión de las tierras de cultivo a expensas de los bosques y la productividad agrícola aumenta mediante el recurso a la alternancia de cultivos, el arado y el empleo de animales como fuerza de tiro. La importancia de la producción de alimentos -y de una definición más precisa del acceso a la propiedad- viene reflejada por la generalización ya durante el Bronce Medio de cerramientos en algunas regiones.
“La gestión de los excedentes agrícolas y el almacenamiento y distribución de estos pasan a ser un privilegio de las élites en un gran número de sociedades a lo largo de la Edad del Bronce.”
EL BRONCE
Un material más duro que dio origen a nuevas formas de combate
A pesar de dar su nombre a la etapa, el bronce (aleación de cobre y estaño) no siempre está presente en los primeros momentos de este periodo. La heterogénea distribución de las menas cupríferas y la escasez de las estanníferas propiciarán un desarrollo desigual de la tecnología broncínea, al tiempo que se convierte en un factor impulsor de los intercambios a media y larga distancia para adquirir esos valiosos materiales, pauta esta última que se puede observar tanto en las culturas urbanas del Mediterráneo oriental como entre las comunidades más simples de la Europa central y occidental.
No obstante, pese a las ventajas del bronce en términos de dureza y temperatura de fusión, su uso generalizado no se produce hasta varios siglos después de su descubrimiento y tiene que ver tanto con avances en las propias técnicas metalúrgicas como con factores sociales; particularmente el afianzamiento de la figura del guerrero y de nuevas formas de combate, que van a propiciar la aparición de espadas, puntas de lanza, alabardas o escudos metálicos. Otros metales como el oro o la plata están aún más vinculados a la exhibición del estatus por parte de las élites emergentes a partir del II milenio a.C.
La circulación de artefactos, materias primas y personas experimenta un gran desarrollo. Sin duda los avances en las técnicas de navegación y de los medios de transporte terrestre (carros y caballo) contribuyen a dicha multiplicación de los intercambios.
En lo social, el comienzo de las jerarquías es claro desde el Bronce Inicial en ámbitos como el sureste ibérico o Centroeuropa. Se fundamenta en el control por parte de ciertos linajes de actividades como la producción de alimentos, textiles y objetos metálicos o la distribución de metales y otros bienes como la sal.
De manera creciente, la coerción física juega un papel en el mantenimiento del orden establecido, lo que se hace patente en la existencia de recintos fortificados y la multiplicación y diversificación del armamento metálico, en particular desde mediados del II milenio a.C.
Luis Benítez de Lugo
MOTILLA EL ACEQUIÓN
La Edad de Bronce en La Mancha
la cultura de las motillas
A partir del siglo XIX empezaron a llamar la atención de los investigadores en La Mancha unos pocos monumentos prehistóricos que recuerdan antiguas edificaciones arrasadas por el paso del tiempo.
MOTILLA EL ACEQUIÓN
El agua y el Evento Climático
En lo ambiental, tras el denominado Óptimo Climático Holoceno, la Edad del Bronce se desarrolla en unas circunstancias climáticas más frías y -en Europa occidental- más húmedas.
